domingo, 1 de mayo de 2016

El cine político

El cine político y social

El cine político es un cine que proporciona los elementos suficientes para reflexionar sobre una determinada realidad política. Se debate entre el drama y el documental, proporciona una interpretación de la historia y una reflexión estética sobre el pasado que el espectador hace propia o rechaza ideológicamente.


7 Días de Enero (1979)


Desde esta perspectiva, a lo largo de la historia, existe abundante filmografía que presenta al espectador una visión de hechos históricos o novelados en los que la política es el eje central. El nacimiento de una nación, The Birth of a Nation (1915) de D.W. Griffith, El acorazado Potemkin, Bronenosets Potyomkin (1925) y otras de S. M. Eisenstein, cuando las películas en la Unión Soviética debían estar al servicio de la causa revolucionaria y contribuir a la educación política de las masas.
Tras la guerra Mundial, no puede olvidarse la emblemática Roma, ciudad abierta, Roma città aperta (1945) de Roberto Rossellini, y muchas otras del neorrealismo, cine político en su trasfondo, que lleva a cabo una importante denuncia de la corrupción política, las actividades mafiosas y los problemas sociales de ese momento, o el de la nouvelle vague, en la que el análisis político y social se confunden con frecuencia, pues significa el momento de inflexión del relato cinematográfico. Según R.Barthes el neorrealismo construye un nuevo tipo de imagen que se carga de sentido por su propio espesor, a la vez ético que poético. Este cine obliga al espectador a ser testigo de las tensiones que operan entre el mundo real y el de la ficción. El desarrollo de las cinematografías nacionales en la década del 60, el free cinema, el auge del cine político y las diferentes utopías sobre la verdad existencial, desde Visconti, Rossellini, Antonioni, Pasolini hasta Bertolucci, y en la actualidad los Taviani, Ken Loach y el iraní Kiarostami, son posibles a partir de esta inflexión. En Estados Unidos el cine político de F. Capra trata de preservar los valores democráticos y las libertades cívicas.

El nacimiento de una nación
El acorazado Potemkim


Pero es la década de los 60 y de los 70 la época privilegiada para el cine político, en Europa como resultado de la política del Mayo Francés del 68, en especial directores como Godard, Karmitz, Rivette y Resnais, el verdadero motor del nuevo cine político, entendido éste como una indagación en las luchas obreras con espíritu de vanguardia. En el Tercer Mundo, sobre todo en América Latina,  emerge con fuerza desde la lucha anticolonial en Argelia y contra la pobreza secular y los modelos revolucionarios de Cuba y de la guerrilla campesina. 

Dentro de esta amplia cinematografía se destaca el nombre más emblemático y significativo del cine político mundial, el griego-francés Costa-Gavras, que tiene en su haber relatos de denuncia de lo que fue la dictadura de los coroneles (Z), del estalinismo checo (La confesión), y de la violencia estatal en América Latina (Estado de sitio y Desaparecido). Interesantes films de esa época son La batalla de Argelia (1966) y Queimada (1969) de G.Pontecorvo o Rojos y blancos (1967) del húngaro M.Jancsó y  Novecento (1976) de B.Bertolucci.
Películas conocidas del cine político son:

lunes, 25 de abril de 2016

Las sombras chinescas y el cine.

Las sombras chinescas.

Qué es:

Las sombras chinescas se generan tras poner las manos o un objeto delante de una fuente de luz, proyectando una sombra en una pared o en cualquier superficie plana. Gracias a esas sombras se intenta hacer una historia. Por ejemplo, es muy común poner las manos haciendo diferentes formas, y añadir objetos cuya función es decorar la escena.




Origen:

La Historia del Cine es literalmente la historia de las luces y sombras proyectadas para crear una ilusión. La sombra arrojada por un soporte opaco, o translúcido o transparente es, sin duda, el método más antiguo y sencillo de crear imágenes en movimiento.
El arte de sombras chinescas data de la dinastía Han, en China, de hace unos dos mil años. Durante la dinastía Son, vivió una etapa de gran prosperidad. Según registros históricos en la capital de la dinastía Son del Norte se veía funciones ofrecidas por pequeños grupos de sombras chinescas en muchas calles y callejones. Después, tras invadir las planicies centrales, las tropas de los Jin expulsaron a varios artistas de sombras chinescas hacia el norte (la actual provincia de Hebei y las tres provincias del noreste). Huyendo del peligro, otros artistas fueron a las provincias de Shaanxi y Gansu. Debido al cambio de la capital, la mayor parte de estos artistas fueron a Lin An (actual ciudad de Hangchou en la provincia de Zechiang).
 El arte que hace posible las sombras chinescas es peculiar e integrador, pues debe mucho a la acumulación y perfeccionamiento de experiencias de los artistas folklóricos durante varias generaciones, posee un gran despliegue de imaginación y especial audacia y exageración, y se basa en la plástica y en la escultura, al moldear los distintos rasgos de los personajes los escenarios adecuados a la trama y los utensilios, paisajes, animales y plantas necesarios. Es arte integrador pues compendia muchas ramas artísticas. Unos lo llaman «pintura viva», otros, lo denominan «fósil vivo del drama». En este sentido, el teatro de sombras chinescas es realmente un arte integral en el que se complementan obras teatrales y literarias, artes plásticas, música, acrobacia y destreza para la manipulación escénica.

Sombras chinescas con decorado exclusivo Chino

El teatro de sombras chino es el único que incorpora decorados, mobiliario, plantas, palacios y animales, reales o fantásticos. Las figuras son de piel de camello o de buey. Al igual que en el resto de países, las representaciones tienen carácter sagrado, y los personajes representan a los seres del más allá.

Características esenciales del teatro de sombras

Antes de comenzar describiendo cada uno de los elementos del teatro hay que tener en cuenta que en el teatro de sombras conviene adaptar el número de personajes y las características del espacio en que se mueven a las posibilidades físicas del local, de la pantalla y del número de componentes del grupo que vaya a realizar la representación. Para ello es preferible hacer un guión fijando los criterios que hay que tener en cuenta. Estos criterios son:

  1. Dimensión de la pantalla: Foco de luz y distancia entre ambos.
  2. Definición de los personajes: tipo de silueta, articulaciones, materiales realizados, si son en negro o en color, intervención o no de siluetas corporales.
  3. Elementos auxiliares: Elementos fijos en la pantalla, elementos móviles aparte de los personajes, cómo están realizados.
  4. Elementos proyectados: colores, escenarios proyectados.
  5. Elementos sonoros: en directo o grabados.
Teniendo en cuenta todos estos elementos hay que saber en qué momento aparece cada personaje y qué tipo de luces, decorados, sonidos le corresponden, así como la situación de los actores.